Son trabajos que ejecuta el Obispado de Tortosa para evitar filtraciones por lluvias que puedan alterar las pinturas y los elementos arquitectónicos del templo
La Diputación de Castellón ha subvencionado con 37.050 euros la sustitución de las tejas de la cúpula de la Mare de Deu del Socors de Càlig, con el objetivo de evitar la entrada del agua por lluvias y afectación sobre las pinturas y grietas.
Son trabajos que se han acelerado a raíz de los problemas de humedad detectados en el templo, que obligan a proceder a la reparación de elementos estructurales que forman parte de los revestimientos interiores, capiteles y molduras. Así lo ha anunciado la diputada provincial de Cultura y concejala de fiestas, educación y patrimonio de Càlig, Ruth Sanz, quien ha explicado que “había que actuar de inmediato porque las filtraciones han producido alteraciones y daños en algunas de las pinturas de su interior”.
Además de sustituir la tejería de la cúpula y zonas adyacentes, se realizarán acciones de estabilización y cosido de las grietas desde el interior. Además, se acometerá un repintado de las zonas lisas o uniformes, garantizando el ornato de los elementos que conforman el edificio.
Sanz ha visitado las obras junto a la alcaldesa de la localidad, Ernestina Borràs, y el ecónomo de la Diócesis de Tortosa, Víctor Manuel Cardona, señalando que para la Diputación "es de obligado cumplimiento conservar y preservar tanto las pinturas como los elementos arquitectónicos de un lugar que ofrece un gran valor patrimonial y cultural a la provincia".
Al respecto, ha afirmado que "estamos apostando por la revisión y el mantenimiento de castillos, ermitas y yacimientos, lugares que permiten acercarnos a nuestra historia y difundirla entre las generaciones más jóvenes".
La ermita de la Mare de Deu del Socors es una construcción que data del siglo XVIII, calificada como Bien de Relevancia Local con la categoría de monumento de interés local. Este edificio, clasificado dentro del corriente neoclásico, recoge en su interior pilastras con capiteles de estilo corintio, diversos frescos de gran belleza de Joaquín Oliet de 1826, el enladrillado del suelo de 1906 y el grupo escultórico de la Virgen del Socorro, del año 1939, obra del escultor de Barcelona Domingo Seguí, que preside el retablo mayor del santuario.