En otoño serán accesibles las primeras dependencias de este complejo fabril declarado BIC y cuna de la actual industria cerámica española después de años de abandono
L'Alcora culminará este otoño la primera fase del proyecto de rehabilitación de la Real Fábrica del Conde de Aranda, declarada como Bien de Interés Cultural, con la apertura al público de los antiguos hornos redondos, datados de finales de siglo XVIII. Con una inversión de 50.000 euros de la Diputación de Castellón, actualmente se está trabajando en la consolidación de la estructura y en el recambio de la cubierta de uralita de la antigua fábrica ‘BIC’, que se convertirá en un nuevo espacio polifuncional para la realización de acontecimientos culturales.
El presidente de la Diputación, José Martí, y los diputados de Cultura y Promoción Cerámica, Ruth Sanz y Ximo Huguet, han visitado esta mañana este histórico recinto industrial para supervisar el desarrollo de las obras, retomadas hace poco tras la parada decretada por el estado de alarma.
Martí se ha quedado “maravillado” por el estado de conservación de los antiguos hornos y ha asegurado que “estamos ante un proyecto de gran interés turístico y cultural para la provincia”. El presidente considera que, como institución, “tenemos que apoyar la protección y la recuperación de nuestro patrimonio histórico, y la Real Fábrica tiene que ser una prioridad”. Estamos, ha dicho, “ante un edificio trascendental para entender la historia de nuestra provincia, porque fue aquí cuando, hace casi tres siglos, se estableció la primera manufactura cerámica castellonense, por lo que no podemos concebir el actual Castellón sin la Real Fábrica de l'Alcora”.
Durante el paseo por las instalaciones han estado acompañados en todo momento por el alcalde de la localidad, Samuel Falomir, y técnicos del Museo de Cerámica de l'Alcora, quienes han sido los responsables de detallar el proyecto de rehabilitación del edificio, que celebrará su tricentenario el 2027 con la vista puesta en la culminación de la recuperación de la llamada ‘Fàbrica Gran’ para el pueblo, que ganará con ella nuevos espacios culturales y zonas verdes para el uso del vecindario. Con la actuación de la Diputación, este año ya se ganarán más de 1.000 metros cuadrados para usos sociales y una nueva zona musealizada en los antiguos hornos árabes.
Samuel Falomir ha agradecido a José Martí la implicación de la institución provincial en una iniciativa “tan relevante para l'Alcora y para toda la provincia de Castellón”. Falomir ha destacado la importancia de la colaboración institucional para hacer realidad este proyecto que ha calificado como “ambicioso” y “muy ilusionante” que busca convertir la cuna de la industria cerámica en uno de los principales atractivos turísticos del municipio, “lo que va en concordancia con el nuevo modelo de turismo que quiere impulsar la Diputación, el de las experiencias”. Asimismo, el primer edil ha puesto en valor la “excelente” relación personal e institucional que el presidente de la Diputación mantiene con l'Alcora, “siempre próximo y sensible a las necesidades, requerimientos y proyectos beneficiosos para los alcorinos y alcorinas”.
Precursora
La Real Fábrica del Conde de Aranda es la precursora de la actual industria española del pavimento y revestimiento cerámico. De aquel edificio fundacional del siglo XVIII permanecen casi intactas dos partes perfectamente delimitadas. Es en la parte de los hornos, utilizados hasta la década de los 70, donde se han iniciado las primeras obras de recuperación de este emblema local con las aportaciones de la Diputación de Castellón, el Ayuntamiento y otras instituciones públicas y privadas. Está previsto que esta zona, una vez finalizan las obras actuales, se convierta también en un nuevo centro de acogida e información de visitantes. El plan de recuperación de la Real Fábrica se inició en 2017 para darle una nueva vida y dignificar las instalaciones, ubicadas en pleno centro urbano y abandonadas desde hace décadas.