La Diputación de Castellón, atendiendo la petición del ayuntamiento, aprobó el traslado de una pieza que desde la segunda mitad del siglo XX se encontraba en la entrada del Hospital Provincial de Castellón
El presidente de la Diputación, José Martí, considera que la devolución del pozo del Palacio de los Vallterra a la localidad de Càlig «es un acto de justicia, una petición de su ayuntamiento que era razonable atender y, por lo tanto, hemos actuado en consecuencia».
Así lo ha manifestado en Càlig, donde ha podido conocer in situ la nueva ubicación de este vestigio, en el entorno de la Torre que preside la localidad. Un retorno que se produce después de varias décadas ubicado en la antigua entrada principal del Hospital Provincial de Castelló, donde fue colocado a partir de la compra del Palacio o ‘Casa Grande’ por parte de la Diputación de Castellón en la segunda década del siglo XX. El inmueble fue demolido y la Diputación se hizo cargo del patrimonio existente en su interior.
Se trata de un retorno que se produce tras su aprobación formal en el pleno de la Diputación de Castellón, tras la pertinente solicitud formulada por el Ayuntamiento de Càlig. Una petición que se reiteró en el presente mandato, después de haberlo solicitado a la corporación anterior sin obtener respuesta.
El Palacio de los Vallterra fue una de las casas señoriales más importantes de Càlig. Su construcción corrió a cargo de Pere de Vallterra y Blanes en 1676 y en 1833 fue reconstruida por sus descendientes. Se ubicaba entre las calles Virgen María del Socorro y Mayor, encontrándose su fachada principal en esta última.
José Martí ha visitado el pozo junto a la alcaldesa Ernestina Borràs, la concejala de Patrimonio y diputada provincial de Cultura, Ruth Sanz, y el concejal de Obras, Marcel González. El dirigente provincial cree que «es importante que haya vuelto a Càlig lo que nunca debió salir de Càlig, que el pueblo recupere un elemento patrimonial que le corresponde, que ayudará a embellecer la localidad y a explicar parte de su historia».
