Considera que la riqueza patrimonial de la provincia de Castellón tiene un innegable potencial turístico “que debe servir para generar actividad económica y luchar contra la despoblación”.
Castelló, 04.08.2019. El presidente de la Diputación, José Martí, ha asistido esta tarde en Altura a la reapertura de la iglesia mayor de la Cartuja de Valldecrist y al posterior concierto extraordinario que ha corrido a cargo del Coro y Oquesta Almudàfer, interpretando el Mesías de Händel. Son actos que se incluyen en el certamen “Valldecrist, ámbito de culturas”, que se ha organizado con la colaboración de la Diputación de Castellón, la Generalitat Valenciana y la Mancomunidad del Alto Palancia. Las tres instituciones respaldan de esta forma el objetivo del Ayuntamiento de Altura y de la Asociación Cultural Cartuja de Valldecrist de potenciar la necesaria recuperación de este excepcional cenobio y su conversión en un escenario cultural como recurso para el desarrollo local.
Durante su visita a Altura, el presidente Martí ha estado acompañado por la alcaldesa, Rocío Ibáñez, y el resto de la corporación local. También ha coincidido con el presidente de la Asociación Cultural Cartuja de ValldeCrist, Josep Marí Gómez, y otros miembros de la entidad. Y con la alcaldesa de Castellonovo, Carmina Gil; el alcalde de Soneja, Benjamín Escriche; y los exalcaldes de Altura, Francisco López y Miguel López.
La presencia del presidente Martí en Altura tiene que ver con el apoyo que la nueva Diputación quiere dar al interior de la provincia, “un interior rico y variado, que cuenta con una importantísima riqueza patrimonial que entre todos tenemos que ser capaces de poner en valor para generar nuevas oportunidades y poner freno al fenómeno de la despoblación”. Al respecto ha recordado que la Cartuja de Valldecrist “es una de las principales joyas con las que cuenta la provincia que, por supuesto, vamos a seguir apoyando desde la Diputación” También ha señalado que tiene “un innegable potencial turístico que hay que saber explotar”.
La Cartuja de Valldecrist se comenzó a construir en 1385 y alcanzó su máximo esplendor en el siglo XVIII. En la primera mitad del siglo XIX se vio afectada negativamente por distintos acontecimientos como la Guerra de la Independencia, la exclaustración y la desamortización. El resultado final fue el expolio y la destrucción.